Semana sin ombligo...

Últimamente he usado mucho la palabra ombligo, la traigo de moda, lo sé, pero es que creo que ésta vez si se justifica.
El ombligo de la semana, como bien lo dice Pollote, es el miércoles, pero no ésta semana. Mi semana será una de esas sombrías pero intensas, de esas que chingan, pero a su madre... la respetan. Trabajaremos de lunes a martes, por lo tanto, mi miércoles-ombligo-de-semana ya valió madre... así como lo leyó, valió madre, y es que trabajar nueve días seguidos sin descanso intermedio no es nada del otro mundo, pero si esos nueve dias trabajas once horas, como que a cosa comienza a calar... y si aún después de las once horas de trabajo le sumas tres horas de ensayo mágico-cubito-musical cuando tu voz suena como los discos de acetato (asi: jjjjjjhhhhh jhhhhhhhh jjjjjhhhhhhh), la cosa ya no solo cala, saca ampolla... y si después de eso te preparas para tocar en una boda que iniciará a las ocho de la noche del viernes, para terminar a las dos de la mañana del sábado y luego levantarte a las seis pa irte a jalar... la ampolla se revienta.
No cabe duda, ésta será una semana muy intensa y además sin ombligo y peor aun, sin una pinche posada! como chingados????? siento que me pierdo de la vida por vivir demasiado.